🍑Un pinchazo de inspiración | Ebook Prisioneros
Dicen que las musas deben encontrarte trabajando... o mientras estás aburrida con el cel en la mano.
En 2017 escribí la primera versión de “Prisioneros” como un pequeño fragmento dentro de un fanfic más grande en el que el protagonista entraba a diferentes dimensiones y vivía un momento importante de su “Otro yo”.
Su primer destino fue una cárcel federal estadounidense donde lo hice pasar un promedio de 12,000 palabras para luego sacarlo de ahí y continuar su épica aventura que se quedó sin terminar.
(Mi época fanficker dio como 100 historias, 30 o más seguro sin terminar, pero es tema de otro email)
En 2020 llevaba dos años con el pódcast de Fujosh Senpai y siempre decía que iba a escribir una novela original. Mis escuchas me decían que la esperaban, yo tenía mis dudas de gustarles.
Hay una brecha grande entre mi forma de hablar y mi forma de escribir. Podía gustarles mis divagaciones al micrófono, eso no se traducía en gustarles mi narrativa.
Así que aplicando la especialización en marketing a la que me metí en la universidad, saqué un “Producto Mínimo Viable”. Retomé ese fanfic de 2017, tomé el fragmento de la prisión y lo mandé a corregir, maquetar e imprimir con un título largo porque…
Solo tenía 80 páginas con un tamaño excepcional.
Me sirvió para probar la imprenta con la que sigo trabajando. Me sirvió para experimentar el ansioso mundo de la logística de envíos. Me sirvió para perder el miedo y que mis escuchas se convirtieran en lectoras también.
Solo se hicieron 20 o 30 unidades, no logro recordar:
En diciembre de 2023 una ola de comentarios de mis lectoras rescataon esta novelette de las cenizas como su favorita, lo que me hizo ponerla de nuevo en mi radar.
Y un día, de ociosa, entré a mi vieja cuenta de Wattpad.1 Solo quería revisar lo que se había quedado ahí cuando me topé con un título igual de largo.
No recordaba que lo tenía ahí abandonado, pero solo leer eso me trajo un buen flashback de una pareja secundaria que había quedado en el tintero de mi mente.
Abrí el documento de la app y en la zona de descripción medité un momento sobre lo que recordaba del director de la prisión, el famoso Taylor.
No sabía mucho de él más que había sido un cabrón con el protagonista, que le gustaba el poder y humillar a sus empleados.
Eso y que se había involucrado con uno de los reos al que le llevaba un buen puñado de años.
¿Por qué? era una pregunta que no me había hecho, así que me dejé llevar y escribí:
Robert Taylor no es el tipo de hombre que agradezca por nada, ni por la vida, ni por las circunstancias. Levantarse cada mañana y mostrar devoción por una existencia que se carga como una cruz, le resulta contranatural. Tampoco se siente bendecido por la luz del sol. Hay un extraño presentimiento alojado en la boca de su estómago que le hace creer que, al alzar sus ojos al cielo, Dios le escupirá.
Ese fragmento, el que lo inició todo, sobrevivió a las constantes ediciones y recortes.
Mi editora me dejó una nota durante las correcciones en este párrafo que decía: PERO QUÉ MARAVILLA.
Qué te digo, me fui para arriba porque ese simple párrafo fue el chispazo que necesitaba para retomar la segunda parte, la historia de William Haddaway & Robert Taylor.
Por supuesto, si ves los dos nombres originales imaginarás lo complicado que es ponerlos en una sola portada así pues mutamos a la simple palabra “Prisioneros”.
El libro físico ya está en imprenta. Y el Ebook listo para ser devorado.
Mis lectoras de hueso colorado coinciden en que es de mis mejores trabajos, son pocas páginas y puede que eso es lo que hace que el viaje emocional sea intenso, un subidón de tensión, un apretón al corazón…
La cuenta que tuve que abandonar por el banneo que me hizo la app luego de Esclavo del Deseo.
Prisioneros mis protegidos