Un shot de durazno
Un shot de durazno
El mejor Boys Love del mundo mundial
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El mejor Boys Love del mundo mundial

Happy Kuso Life o Happy Shitty Life de Harada. Solo para conocedoras en la materia.
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Harada es una mangaka que entró a la escena del Boys Love en 2014, por Dios santísimo que yo pensaba que la mujer llevaba incluso más tiempo, pero es claro ahora más que antes, para mí, que una vez que puso un pie en la escena del BL, la rompió.

Con un puñado de BL largo y un buen banco de One Shots, esta mangaka ha cautivado a miles de lectoras que adoran historias tabúes, pero también profundidad psicológica y, a diferencia de sus colegas, también comedia absurda.

Harada no teme meterse en lugares donde nadie más lo hace. Su versatilidad para publicar cosas como Niichan y luego lanzarse a algo diametralmente opuesto como One Angel Room la han convertido en una de mis 3 autoras favoritas.

La triada ya es popular en las seguidoras del BL manga: Harada, Scarlet Beriko & Nakamura Asumiko.

Si bien de cada una tengo mis obras favoritas, creo que con Happy Kuso Life, Harada en este momento corona el top.

Y es que este Boys Love es todo lo que está bien de lo que no está bien en el BL. Si llevas años aquí, si ya te sabes los tropos, clichés, problemáticas y temas peliagudos que el género ha tocado en su evolución de los 70’s a los 2000, este manga te va a parecer la meca de la irreverencia.

Lo más hilarante, lo mejor del mundo mundial.

El manga está licenciado por Norma Editorial

Si llevas poco tiempo, si los BL que sueles consumir están en las polarizaciones del Danmei, el soft y las series Thai, entonces este manga te parecerá absurdo hasta la médula y grotesco a varios momentos.

Sin duda no es algo que te recomendaría de buenas a primeras. Pero mira, si tu abanico para ver esto es amplio, yo diría que te lances de lleno.

Llevo 19 años consumiendo BL y aunque cada vez es más imposible seguirle el paso a TODO lo que se publica cada año, voy a insertar el meme de “Estás hablando con alguien que por lo menos es considerado especialista en esa área” ~

Bueno tampoco tanto, pero déjame tener mis 5 minutos de cuando era adolescente y no había yaoi que se me escapase. En esos tiempos podía decir que había visto todo el contenido del género al que podías acceder por los medios menos oficiales habidos y por haber.

Amo esa etiqueta. Jajaja.

La historia sigue a Kasuya, un joven tokita gerente en una gran empresa, se codeaba con la “élite” y estaba en una relación con la hija de C.E.O lo que le aseguraba un futuro de lo más brillante, hasta que su calentura anal lo llevó a tener relaciones con Tsubaki en las oficinas.

Como no falta colega chismoso, una foto circuló por toda la empresa donde solo se distinguía su rostro y no el de su acompañante. Para evitar más escándalos el CEO lo degradó al eslabón más bajo de la jerarquía y lo envió a la sucursal más perdida de todo Dios.

Aquí conoce a Kuzuya, un NINI sin oficio ni beneficio que tiene una severa adicción a introducirse cosas por el recto. Y que encuentra en el desviado de Kazuya al compañero perfecto para turnarse a introducirse cosas.

Ambos Bottoms, la historia sigue sus desventuras intentando convencer al otro de ser el Top del momento.

Suma a esto la presencia de personajes variopintos como la exnovia Tsubaki, el “ex” violador de Kuzuya, la bartender Sakura y el más destacado: Harada.

La autora en su momento más glorioso decide hacer un self insert en su obra con el personaje de una deidad cachonda y traviesa.

Esta deidad concede deseos absurdos que siempre tiene que ver con asuntos de índole sexual que rayan lo obsceno y grotesco. Mini penes a los que hay que criar para volverse tentáculos de Hentai, desmontarse partes de su anatomía a las que hay que cuidar, hacerse crecer una tercera pierna, entre muchas otras locuras.

Este panel me regresó las ganas de vivir ~ es un parche para no ver el interior de los testículos. Me parto.

Como dije te puede dar risa o de plano pensar que a quién se le ocurrió tremenda tontería, pero hoy, en este momento con la autoridad que me concede que este es mi pódcast y newsletter, nombro a Happy Kuso Life como el mejor manga del mundo mundial.

Pero no solo va de orificios y erecciones

Harada conoce al público al que le habla y, espero, también tiene un corazón romántico que nos ha dejado ver dentro de toda esta amalgama de absurdísimo inteligente.

Kasuya y Kuzuya se van enamorando.

Lento, apenas hay destellos de un progreso en ese ámbito en el tomo #3 y el avance del tomo #4 es sutil pero consistente.

Aquí van spoilers porque sino quieren spoilers pues se van a otro blog :P

Los primeros indicios de un cariño mutuo se vienen cuando Kazuya, chantaje de por medio, consigue recuperar su antiguo empleo y vuelve a Tokio con lo cuál la separación con Kuzuya es inminente.

Kuzuya estaba en este pueblo por su condición de parásito social, además de escapar de su abusador de la secundaria, pero en el fondo quería ir a Tokio y siempre amenazaba con hacerlo algún día.

Cuando Kasuya se va a marchar, empieza a alentar a Kuzuya a ir también. Velando sus comentarios de sarcasmo y pullas, pero dejando entrever que en realidad no quiere separarse de él.

Y yo hiperventilé con todos estos capítulos. Incluso el sexo, que hasta ese momento había seguido una línea clara de ser explícito, cómico y poco emocional, en estos paneles me dejó sin aliento porque era una petición física para no separarse.

Por supuesto como la tensión de toda la historia es averiguar si estos dos acaban juntos… que sí, ya sabemos que probablemente lo harán, Harada tiene que continuar con este tira y afloja para solo darnos migajas de lo que puede ser.

Y yo las voy a tomar con todo el amor del mundo.

Ya en Tokio, en el tomo #4 vemos las vicisitudes de ambos para adaptarse al nuevo entorno, se llevan a Dios en formato bolsillo para su conveniencia y se rolan el uso de la app que ahora les permite pedir deseos desaforados siempre y cuando sean para *más placer*.

Aunque hemos visto a los personajes mantener relaciones con terceros, principalmente a Kuzuya, en este tomo cada vez queda más claro para los personajes que los rodean y para el lector, que tienen una relación que más asemeja a un noviazgo que a dos desconocidos que se dan un empujoncito anal.

Harada va dando ligeros toques y expectativas como cuando Tsubaki, la ex de Kasuya, vuelve a aparecer en el plano de la historia y aunque Kuzuya y ella ya han tenido un encuentro previo en el que se notaba que al primero le daba igual si su compañero volvía con ella, esta vez no es tan así.

Fingen que sí, pero no.

Kasuya no lo dice pero es obvio que ya no se acerca a Tsubaki porque piensa en cómo se sentiría Kuzuya incluso cuando nunca han establecido ni exclusividad ni sentimientos ni siquiera de cierto afecto.

Así que tenemos un progreso, a cuenta gotas, pero un gran progreso.

Y el tomo 4 ya pone la cereza en el pastel cuando un personaje secundario, muy querible, la verdad, propone hacer un trío.

Lo cuál era una de mis preguntas existenciales pues nunca habían hablado de exclusividad y, de hecho, bromeaban sobre otras personas con las que podrían “reemplazarse”. Pese a que por fantasmas ahora los dos habían vuelto a vivir juntos.

Yo temía que Harada decidiera dejar a la pareja con otros personajes en este punto, mostrándonos así que las cosas no habían cambiado mucho. Y debo confesar que no soy fan ni de los triángulos amorosos ni de las relaciones poliamorosas.

Así que yo tenía el alma en vilo ante la pregunta.

Ambos fingieron aceptar, pelear, negárselo al otro hasta que por fin acordaron que no era buena idea. Para los personajes secundarios ya es más claro que el agua, ojalá el tomo #5 nos muestre un poco de claridad para este par.

Yo seguiré pendiente de sus chistes sexuales y su relación que avanza con actos tan tiernos y simples como una mirada o un “qué bien te ves”. Mi momento favorito ha sido cuando Kasuya ha sacado de la cama a Kuzuya para obligarlo a despedirlo en la puerta como si estuvieran casados.

Los amo.

Mejor manga, ever.

He dicho.

¿Leerás Happy Kuso Life?

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Notas al pie que ya estaba olvidando. Harada tiene una exposición en este momento en Tokio y toda la info está en su web.

Por favor, qué ganas de estar ahí.

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